Fragmentos de la Gran Pantalla: Mimosas

Fotograma de Mimosas, de Óliver Laxe


La película que traigo en el día de hoy a la sección cinéfila del blog no es otra que el segundo largometraje de Óliver Laxe, ganador del premio especial del jurado del festival de Cannes en 2016 y sorpresa internacional de aquel año. Seguramente no sea muy conocida para el gran público, pero no por ello deja de rezumar una calidad y tacto exquisitos.

Se vislumbran las cumbres de la gran cordillera del Atlas coronando el horizonte del plano en los inicios del filme, semejando infranqueables murallas ante los ojos de la caravana del jeque, hombre de avanzada edad, que tiene como propósito atravesar esas montañas en su periplo hacia Sijilmasa, tierra de sus ancestros, donde deseará encontrar descanso en sus últimos compases vitales. No irá solo, además de su familia y seguidores entre sus acompañantes se encuentran Ahmed y Saïd, dos bandidos de dudosa lealtad que desconfiarán del éxito de la misión.

Mientras, en la ciudad, un joven taxista llamado Shakib, portador de la palabra de Dios y conocido entre su gremio por tener baraka (que está bendecido, conectado), se le asigna la importante misión de conducir y guiar a una caravana de mulas liderada por un anciano que pretende atravesar las montañas y sus angostos pasadizos. El épico peregrinaje que Laxe nos muestra en esta magnífica película no estará exento de múltiples dificultades, que tendrán que solventar con fe inquebrantable si quieren llegar a su destino, Sijilmasa. Todo esto sucede con la banda sonora del grupo Om y su canción "Sinaí" que aparece y desaparece durante la película, anticipando un clímax que llegará en el epílogo de la obra.

Resulta de extremada dificultad encorsetar esta película en un género en específico. ¿Espiritualista? ¿Thriller religioso? si hacéis una búsqueda rápida en Google de Mimosas encontraréis un denominador común entre todos los análisis que os aparezcan: la ausencia de acuerdo en el tipificado del filme. Con lo que aprovecho para lanzar mi opinión al respecto con no poca inseguridad sobre ello. Para mi Mimosas es un western metafísico en toda regla. La fotografía de Mauro Herce nos transporta a vastos espacios donde el ser humano resulta tan minúsculo como una hormiga, y más a ojos de lo divino, el gran Ente; lo que genera un contexto perfecto para la travesía espiritual a la que Laxe nos arroja como espectadores.

Salvajes paisajes dan cabida al viaje de los protagonistas

El reparto está conformado por actores no profesionales y autóctonos del lugar. Cabe resaltar esto porque en ningún momento se le pasará por la cabeza a quién esté disfrutando la película que está presenciando la actuación de personas principiantes delante del objetivo. ¡Quién lo diría! si aún un servidor se emociona a día de hoy del ímpetu indomable de un Shakib que carga, espada en mano, a unos bandidos malhechores y pendencieros. Aunque sobre esto ya he dicho demasiado y, sin caer en spoiler por poco, animo encarecidamente al lector/a que si aún no a visto esta joya del séptimo arte le diera una oportunidad y se atreva a participar en este místico peregrinaje hacia Sijilmasa.

Dividida en tres partes que llevan el nombre de cada una de las posiciones del rakat, oración típica del Islam, Oliver Laxe se consagra con esta película como uno de los directores más genuinos del presente y con una visión única y profunda sobre el séptimo arte, tanto a nivel nacional como internacional. 

¡Y que siga así!


Pros:

Laxe crea una atmósfera mística en la que lo profano se diluye en lo divino, convirtiendo a la película en una verdadera serendipia 

Contras:

Para espectadores noveles en cine de autor, puede llegar a ser una experiencia tediosa


Nota personal: 4,2/5


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